Te encanta hacerlo (y que te lo hagan), pero ¿sabes cómo cuidarte sin matar el deseo? Esta guía va directa al grano: placer con seguridad, sin drama y con todo el sabor.
¿Es posible tener sexo oral completamente seguro?
La respuesta rápida: no existe el riesgo cero, pero sí hay formas muy efectivas de reducirlo casi al mínimo.
El sexo oral entre hombres puede transmitir algunas infecciones de transmisión sexual (ITS), como:
- Gonorrea Clamidia
- Sífilis
- Herpes VPH (virus del papiloma humano)
- VIH (aunque con un riesgo muy bajo en el sexo oral)
El simple hecho de saberlo no debería darte miedo, sino darte herramientas para cuidarte sin paranoia. Y lo mejor de todo: no tienes que renunciar al disfrute para protegerte.
Lo básico: higiene y comunicación
La primera barrera de protección empieza antes de abrir la boca. Literalmente. Dúchate o lava tus genitales antes del encuentro, y si puedes, sugiere (de forma natural) que la otra persona haga lo mismo. Si estáis en un entorno íntimo, puede ser incluso parte del juego previo. Observa sin juzgar: si notas enrojecimientos, heridas, verrugas o mal olor, es mejor dejar el sexo oral para otro día. Hablad sin tapujos sobre salud sexual.
Un «¿cuándo fue tu última revisión?» o un «¿usas PrEP?» puede abrir una conversación útil sin arruinar el momento. La confianza nunca sustituye al cuidado, y protegerse también puede ser un acto de deseo.
Métodos de protección que funcionan
Sí, hay formas de protegerse durante el sexo oral, y no tienen por qué ser incómodas ni restar placer.
1. Preservativos
Es la opción más segura para hacer una felación. Hoy en día hay condones con sabores (menta, fresa, vainilla…) que hacen la experiencia mucho más agradable. Póntelo desde el principio, y si te cuesta, convierte el momento en parte del juego: ponérselo con la boca puede ser muy excitante.
2. Barreras bucales
No son muy conocidas, pero pueden ser útiles. Son láminas de látex que se colocan sobre el ano para hacer anilingus. Si no tienes una a mano, puedes cortar un condón abierto. Protegen frente a infecciones como la hepatitis A o algunas bacterias intestinales.
3. Evita cepillarte los dientes justo antes
Aunque suene raro, cepillarte antes del sexo oral puede causar pequeñas heridas en las encías o mucosa, facilitando la entrada de virus. Mejor, enjuágate con agua o con colutorio sin alcohol. Cómo no perder el placer en el intento
El sexo oral es una combinación de técnica, ritmo y ganas
Aquí tienes algunos secretos para que, además de seguro, sea memorable:
- Usa las manos: no todo pasa por la boca.
- Alterna con caricias, masturbación o presión en la base del pene para estimular más zonas.
- Mira a los ojos si hay conexión, o deja que te vea entregado.
- A veces, la excitación está en los detalles. Juega con la lengua, los labios, los sonidos… Hazlo con intención y con gusto.
Si usas preservativo, prueba sabores, texturas o incluso echa un poco de lubricante por dentro para que la sensación sea más natural. La seguridad no tiene por qué ser aburrida.
Cuida tu salud sexual sin culpa ni agobios
Hacerse revisiones de ITS cada 3 o 6 meses si tienes relaciones con diferentes personas debería ser parte de tu rutina, como ir al dentista o hacerte una analítica. Y si alguna vez te diagnostican algo, no te sientas culpable: la mayoría de las ITS tienen tratamiento. Lo importante es tratarlo a tiempo y avisar con respeto a tus parejas recientes.
Además, si tomas PrEP, recuerda que te protege del VIH, pero no de otras ITS, así que el sexo oral seguro sigue siendo igual de importante.
Con decisiones pequeñas, como usar preservativo con sabor o hablar sin vergüenza, puedes disfrutar mucho más… y con cabeza (la de arriba y la de abajo). Tú eliges cómo te cuidas y con quién compartes tu placer.