El concepto de follamigo se ha puesto muy de moda en los últimos años, aunque es más complicado de ejercerlo de lo que parece.
Estamos hablando de una pareja de amigos que se deciden a dar un paso al frente y pasan a ser amigos con derechos. La teoría nos dice que un follamigo es un amigo con quien tenemos relaciones sexuales, pero no mantenemos una relación sentimental con el mismo.
Aunque parezca la “perfección” para muchos, una vez que tenemos follamigos nos damos cuenta de que las cosas no van a ir tan bien como el cine nos ha hecho creer.
Ventajas y desventajas de los follamigos
A priori, todo parece indicar que tener un follamigo va a ser positivo. Podrás mantener el placer que te da el sexo sin tener que atarte a una relación sentimental. Al mismo tiempo, podrás conservar esa relación de amistad.
Ahora bien, requiere de una óptima gestión de nuestras emociones para evitar que la relación se pueda complicar y volverse inestable. Peor aún, podríamos terminar con esa relación de amistad que podría ser desde mucho tiempo.
Si se quiere tener follamigos hay que respetar una máxima: la independencia. Cada uno de los miembros de esta… ¿relación? tienen plena libertad para tener encuentros sexuales con otras personas. No sois novios formales, por lo que no tiene ningún sentido preguntarse, ni mucho menos reprochar al otro, que es lo que puede hacer con otra persona y que es lo que no.
Si en algún momento dado, alguno decide iniciar algo más serio con otra persona, no existiría ningún motivo para enfadarse.
Es importante empezar con buen pie, dejando las cosas claras.
Por ejemplo, habrá que tomar la decisión de si vamos a ser follamigos que tan solo quedan para tener sexo, o si vamos a hacer planes antes que van a derivar en el sexo. Todo esto debe quedar bien claro para no prestarnos a ningún tipo de malentendido en el futuro.
Si no estamos de acuerdo, la relación empezará a estropearse, incluso podríamos llegar a experimentar que estamos en una especie de matrimonio desgastado, con muchos años a nuestras espaldas.
Al margen de todo esto, no existen muchas más reglas: también tenemos que hablar con la otra persona y preocuparnos por él o por ella; al fin y al cabo, sigue siendo nuestro amig@ y nos preocupados por su bienestar.
Es importante que el sexo sea seguro siempre.