¿Tu vida sexual de pareja necesita un empujoncito? Si la rutina ha entrado en la cama, es hora de prenderle fuego con juegos eróticos que combinan deseo, diversión y mucho morbo.

El sexo gay no viene con manual… y eso lo hace aún mejor

Una de las maravillas del sexo entre hombres es que no hay reglas fijas. Nadie te impone un guion. Sois vosotros quienes decidís qué os gusta, cómo y cuándo. Esa libertad permite explorar, probar y reinventar la intimidad con creatividad. Probar cosas nuevas no significa que algo vaya mal.

De hecho, las parejas que se permiten jugar y reír en la cama suelen tener relaciones más ricas y vivas.

Así que, si te apetece innovar, adelante. No necesitas una excusa.

Juguetes eróticos: tu nuevo kit de placer

Los juguetes eróticos son aliados ideales para romper con la rutina, probar sensaciones nuevas y pasarlo bien sin presiones. No necesitas ser un experto ni lanzarte a lo más extremo. Aquí tienes una mini guía con lo más popular para empezar:

  • Plug anal Perfecto para estimular con suavidad. Los hay de diferentes tamaños y materiales. Los principiantes suelen empezar con plugs de silicona, flexibles y suaves. Puedes usarlos como preliminar o durante el sexo.
  • Consoladores Hay de todo tipo: lisos, con formas realistas, con vibración o sin ella. Sirven tanto para el juego individual como en pareja. Algunos incluso se pueden controlar con app o mando a distancia… por si os apetece jugar en lugares inesperados.
  • Anillos para el pene Ayudan a mantener la erección y a intensificar el orgasmo. Algunos vibran, otros tienen texturas. Muy fáciles de usar y sorprendentemente efectivos.
  • Esposas, vendas, pinzas Ideales si te apetece probar algo de BDSM suave. No hace falta ir al extremo: basta con taparle los ojos o inmovilizar sus manos para que el resto de los sentidos se dispare.
  • Lubricantes No es un juguete, pero es imprescindible. Elige uno de calidad, a base de agua o silicona, según el tipo de juego. Hay con sabores, con efecto calor, frío… Pequeños detalles que marcan la diferencia.

Juegos de rol, fantasía y deseo

Los juegos de rol permiten meterte en otro papel y hacer que la experiencia sea totalmente distinta. ¿Dos desconocidos que se cruzan en un ascensor? ¿Un camarero seductor y su cliente fiel? ¿Un entrenador personal y su alumno novato? Aquí vale todo, siempre que haya ganas y consenso. Lo importante es que lo habléis antes, que marquéis algunos límites básicos si hace falta, y luego os dejéis llevar. El erotismo también está en la risa, la sorpresa y lo inesperado.

BDSM (bondage, dominación, sumisión y masoquismo)

El BDSM puede ser intenso, sí, pero también puede ser suave, divertido y una forma increíble de crear más confianza. Vendar los ojos, susurrar órdenes, jugar con el control… no se trata de dolor ni castigo, sino de explorar roles, placer y comunicación. Empieza con algo básico y, si os gusta, podéis ir subiendo el nivel. Siempre con una palabra clave que marque los límites y os haga sentir seguros en todo momento.

Jugar también es amar

El erotismo no tiene que ser serio. Puede ser juego, risa, complicidad y deseo en estado puro.

Y en una relación, estos momentos compartidos refuerzan el vínculo tanto como una conversación profunda o un plan romántico. En las parejas LGTBQ+, donde a menudo hay que construir el deseo desde la libertad y sin moldes impuestos, jugar se vuelve aún más valioso. Así que atrévete, sorprende, experimenta. Porque el deseo también se cultiva, y el placer, cuando se comparte, se multiplica.

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